El archipiélago volcánico de Madeira se caracteriza por sus paisajes variados entre montañas salvajes, sus cultivos en terrazas, sus acantilados vertiginosos, sus rocas volcánicas y sus playas de arena en la isla de Porto Santo. Conocido por su clima subtropical y su exuberante vegetación donde crecen muchos árboles tropicales, Madeira atrae por su extraordinaria belleza natural. La isla también es conocida con el nombre de «jardín flotante» o como «la perla del Atlántico». El archipiélago de Madeira está formado por diferentes islas, entre ellas Porto Santo, una isla con playas de arena fina, dorada y con poco relieve, a diferencia de su hermana mayor Madeira, aunque el archipiélago también cuenta con un grupo de islas deshabitadas. Madeira es la isla más grande de todas.
FUNCHAL Y SUS ALREDEDORES
La capital de Madeira atrae a los turistas por su herencia colonial, sus jardines y parques tropicales y por las extraordinarias vistas de la bahía y las montañas.
Funchal, la capital de Madeira, es una ciudad cálida, animada y artística. Su centro histórico tiene un pequeño callejón llamado Santa María, donde encontrarás diferentes puertas pintadas. Muchas de ellas fueron incluidas en un ranking que realizó el ilustrador Bored Panda en su página web con las puertas pintadas más bellas del mundo.
A lo largo del puerto deportivo, en dirección al Fuerte de São Tiago, conocido por su fuerte color amarillo, encontrarás un acogedor bar, el Barreirinha, que ofrece regularmente conciertos en la terraza.
Sin duda alguna, recomendamos todos los clásicos de Funchal, incluyendo el teleférico que te llevará a sus dos grandes jardines: el Jardín Botánico y el Jardín Tropical, situados en la localidad de Monte. Te aconsejamos que cuentes con medio día para visitar cada uno de ellos. Ambos jardines son fácilmente accesibles en coche.
Arriba encontrarás una iglesia y unos jardines maravillosos, sin contar la hermosa vista!.